martes, 31 de agosto de 2010
Toca guitarra mía.
El Origen del Mundo. Premio Bicentenario de Novela.
IV Caza de Letras de la UNAM
de Difusión Cultural de la UNAM
a través de la Dirección
de Literatura
convoca al
Cuarto
Virtuality Literario Caza de Letras
Caza de Letras es
un Concurso-Taller de minificción en línea, internacional,
que será dirigido por tres escritores, que también se desempeñarán
como jurado, durante seis semanas
BASES:
Primera etapa. Registro
Del
lunes 30 de agosto al lunes 13 de septiembre
de 2010
- Podrán participar escritores
en lengua española con un libro de minificciones en proceso. - Los participantes (no ganadores)
de las anteriores emisiones del Virtuality Literario Caza de
Letras podrán concursar nuevamente siempre y cuando utilicen seudónimo
e imagen de identificación (ex libris) diferentes. - No podrán participar escritores
que tengan parentesco directo ni relación laboral con los organizadores. - El registro de aspirantes
quedará abierto del lunes 30 de agosto al lunes 13 de septiembre de
2010 en la página www.cazadeletras.unam.mx - Los autores deberán llenar
una ficha de registro con los datos siguientes:
- Seudónimo
- Nombre
- Nacionalidad
- Tipo y número de documento
oficial de identidad - Dirección
- Teléfono(s)
- Correo electrónico
- El registro también incluirá
la información siguiente:
- Una breve semblanza curricular.
- Al menos tres referencias
biblio-hemerográficas de publicaciones de textos literarios de su autoría
(libros individuales y/o colectivos, reseñas, ensayos, cuentos, minificciones,
poemas, artículos en periódicos o revistas, textos incluidos en antologías
de cualquier género literario; se contarán antologías y revistas
en internet). - Título y descripción del
libro de minificciones en proceso. - Un libro de minificciones
en proceso, inédito*. La extensión mínima debe ser de 50 minificciones,
cada una de las cuales no debe exceder los 2 600 caracteres con espacios.
El material deberá entregarse en formato Word (.doc) con tipografía
Courier de 12 puntos a doble espacio.
*Las minificciones
pueden haber sido publicadas individualmente
en medios impresos o electrónicos pero el libro solicitado debe ser
inédito y no estar inscrito en otro concurso ni en proceso de dictamen
editorial.
Segunda etapa. Selección
Desde el inicio del registro
hasta el miércoles 22 de septiembre de 2010
- Un comité dictaminador
elegirá a los ocho participantes del concurso-taller. - La Dirección de Literatura
dará a conocer oportunamente los seudónimos de los participantes. - Antes del inicio del concurso,
los autores seleccionados deberán entregar o enviar a la Dirección
de Literatura de la UNAM una carta en la que el participante manifieste
que su libro no está inscrito en otro certamen literario o en dictamen
editorial, así como copia impresa o digital del documento de identidad
que haya utilizado para el registro.
Tercera etapa. Desarrollo
Del
martes 5 de octubre al martes 16 de
noviembre de 2010
- Los escritores seleccionados
recibirán una cuenta de blog ligada al portal www.cazadeletras.unam.mx, en la cual se identificarán únicamente
con seudónimo y ex libris. - Cada concursante trabajará
a través del Blog Taller con los miembros del jurado. - Durante las seis semanas
del concurso, los participantes deberán publicar los ejercicios solicitados
por el jurado en su respectivo blog. - Cada participante deberá
responder en línea, oportuna y públicamente, las dudas y comentarios
tanto de los miembros del jurado como de los lectores de sus textos
y ejercicios, sin estar obligados a dar respuesta a ofensas o invectivas. - El desempeño de los participantes
será evaluado semanalmente con base en una tabla de puntuación que
reflejará las votaciones del jurado y los lectores. - El jurado estará compuesto
por tres escritores de trayectoria reconocida. - El jurado tendrá la facultad
inapelable de eliminar a quien considere pertinente. - El fallo del jurado será
inapelable. - El ganador recibirá un
premio único de $ 100 000.00 pesos M.N. y la publicación del libro
en coedición UNAM/Alfaguara. - Cualquier punto no contemplado
en la presente convocatoria será resuelto por el jurado y los organizadores.
"POR MI RAZA HABLARÁ
EL ESPíRITU"
Ciudad Universitaria,
a 30 de agosto de 2010
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lunes, 30 de agosto de 2010
La Leyenda Maya de K'uh
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domingo, 29 de agosto de 2010
"El Unicornio" de Juan Emar
De "El Unicornio" de Juan Emar |
Leyendo... leyendo
Leyendo... leyendoUn lector tolerante debe ser aquel que puede, casi siempre, ir más allá de la página cuarenta o setenta de cualquier libro, y seguir leyendo, a pesar de todo, hasta el final. Si se acepta esta definición, podría calificarme, al menos, como lector tolerante. Claro está que un lector tolerante corre el riesgo de no ser un buen lector en términos de la selección de libros que lee y puede ser un traga aventuras y superventas. Un peor riesgo es ser un lector de bodrios y vivir leyendo porquerías. También habrá que tener cuidado con el lector selectivo, que puede posar de tolerante, pero que sólo lo es en razón del prejuicio en el momento de elegir. Por ejemplo, si sólo leo autores clásicos y muy selectos, no será nada de difícil ser tolerante. Tolerar a Chejov, Tolstoi, Balzac, Flaubert, Poe, Melville, sólo llegar hasta Günter Grass, García Márquez, leer cuidadosamente a Fawlkner y no pasar de esos límites nos asegura la tolerancia. Pero otra cosa distinta es ser tolerante con autores difíciles como Joyce y su mamotrético Ulises, o con Borges si se odia la metafísica. Más difícil si leemos a Kundera o Gombrowicz y también a Coetzee o Elfriede Jelinek, e incluso algunas cosas del incomparable Franz Kafka. Me considero, con todo, un lector tolerante, aunque debo confesar que tengo sobre mi escritorio y también en mi computador portátil el Ulises de James Joyce al que llevo leyendo unos tres años a sorbitos breves. Es una especie de combate que no deseo perder. Entretanto leo otras cosas. De repente cuando quiero evadirme de escribir, paso tres, cinco, diez páginas con Dedalus. Incluso llegué a leer, hasta con cierto interés, entre retazos del Ulises, el Retrato del artista adolescente y concluí que de joven el personaje me es algo más interesante, a pesar de sus muy aburridas clases de religión. Otro pecado, reparado recientemente, fueron Los Premios de Julio Cortázar. Intenté leerlo hace unos veinticinco años y llegué hasta que el Malcom ancla frente a Quilmes. Ahí me desembarqué y el libro envejeció y se ajó hasta que sus páginas, ya amarillas, comenzaron a soltar polvillo y aroma a papel viejo; entonces, quizás más maduro, y por eso más tolerante, comencé a leerlo de nuevo. Esta vez hice todo el frustrado viaje e incluso descubrí que esta fue la primera novela del autor. La escribió como una manera de ponerse a prueba, pues no estaba seguro de ser capaz de escribir una novela. Requiere de tolerancia: La novela aparte de ser un cuento largo, no dice nada. ![]() Me preguntaba, al comenzar esta lectura, que recién termino: ¿Por qué la dedicatoria del regalo lo calificaba como "este otro aficionado"?. Atravesando la lectura fui confirmando la opinión en diversos aspectos. Se supone que el autor es editor. Más aún, es el editor de su propia obra, y más todavía, critica en más de una ocasión la escritura de otros en sus diversos aspectos, pero en su ola muerta no es difícil encontrar fallas de edición, tan básicas como la ortografía. Lo descubro bastante enemigo de las haches iniciales, como en "oradar" una gota la piedra y otras. A mi, personalmente, me molestan como chirrido de pizarrón los dequeísmos en que incurre, erróneamente, con demasiada frecuencia. También resulta extraño que el protagonista del pasado (de su mismo nombre, o más, de su mismo yo) diga en mil novecientos cincuenta y siete: «Ser escritor, qué risa, parecerme, por ejemplo, a Enrique Lafourcade», que en aquel entonces era todavía muy desconocido: ¿Será descuido?. ![]() ![]() Junto con la narración de la huida a Buenos Aires y el diario que da cuenta de la construcción de ese relato, hay un tercer eje articulador de estos otros, donde el autor se oculta en el editor Venzano Torres. Al comenzar la lectura llama la atención la insistente introducción de Venzano Torres y los editores. A lo largo de toda la obra, después, el lector se va acostumbrando a los llamados del editor, que va comentando, tanto el diario como el relato, o lo va complementando con supuestas confesiones del autor. Entre estas notas por supuesto hay llamadas aclaratorias de expresiones coloquiales del lunfardo, o de chilenismos y más. Al comienzo parecen sólo eso; pero a poco leer, se puede calibrar con claridad su peso específico como parte de la novela, aun cuando se podrían ignorar. Sin embargo, si así se hiciera, el sabor de la novela sería otro. "La ola muerta" está editada por Sudamericana y es una novela que vale la pena ser leída por quienes se mueven en el entorno literario. El esquema que plantea el autor tiene el mérito de no ser una jugada audaz por ser distinto. ¡Hay tanto innovador que innova por ser notorio, sin sentido ni razón! En esta novela, la jugada está bien calculada, bien hecha. Los tres ejes de la novela convergen en "La ola muerta", que se va formando lentamente a lo largo del texto. Ya al final, quizás en su apogeo, el autor anuncia que la novela está concluida. Entonces uno busca la última página y recién se da cuenta que hasta el final hay casi veinticinco páginas de notas del editor. También diez más antes del término del texto. Marín concluye la novela por decreto, así: «He resuelto dejar la novela hasta aquí junto con la decisión, asumida hoy, de viajar a Chile próximamente, y tal vez es lo mejor que puedo hacer». Kepa Uriberri![]() ![]() |
El acuerdo social se construye sólo muy lentamente
El acuerdo social se construye sólo muy lentamente«L'État, c'est moi»: ¡Cuánto poder real habrá acumulado "Le roy soleil" en su mano, en su palabra, en su voluntad, para que haya dicho la frase en cuestión, o la haya sugerido! Es tan fuerte ese poder que su figura ha quedado indeleblemente asociada al significado de ésta. Se requiere, para ello, un acuerdo tan fuerte de cesión de derechos, voluntario u obligado, en forma de abuso gracioso, para que una sociedad entera fuera incapaz, incluso más allá de su muerte de oponerse a ese poder, que sólo pudo contrapesar una de las revoluciones más trascendentes de la historia moderna, casi ochenta años después de su deceso. En fin, esto sólo demuestra que la construcción de acuerdos sociales se produce muy lentamente. ¿Cuanto demoró el degradado imperio ruso en caer despedazado en la revolución de octubre? Quien haya leído Ana Karenina de Tolstoi, o Los hermanos Karamazov de Dostoievski, podrá ver que la sociedad rusa estaba ya corrompida, para la década de los setenta del siglo diez y nueve, hacía un buen tiempo. Ambas novelas y muchas otras, incluso anteriores, lo advierten ya en su prosa. ![]() La sociedad actual no lo aceptaría porque no hay un lento proceso de entendimiento, proposición, escándalo, discusión, adopción de facto y legislación. Cada proceso social sigue esta trayectoria, lentamente, como un curso de agua más o menos torrentoso o calmo, dependiendo de cada caso. ¿Quién pudo adelantar que la familia humana terminaría fragmentada, desvirtuada y marginada de los procesos legales, para asirse a la decisión libre de sus miembros? En mi país, a modo de ejemplo, en un año, los matrimonios celebrados decayeron a un cincuenta por ciento, sin embargo, las uniones de hecho, aumentaron en más que el crecimiento vegetativo de la población. La permanencia de la estructura familiar tradicional ha decaído violentamente. Recuerdo, de niño, haber recibido la reticencia de mis padres respecto de amigos, hijos de padres separados, mientras hoy, muchos niños nunca han tenido una familia formal. ¿Cuándo cambiaron estas costumbres?: Lo hicieron muy lentamente en el tiempo, tanto que de pronto, sin darnos cuenta, hay otras nuevas, que se aceptan con naturalidad. En algún momento sucedió y fue necesario decantar la nueva costumbre en normas sociales: Ley de divorcio, legitimación de hijos, protección y más. El matrimonio, en tanto, lentamente se extiende como un anhelo de parejas homosexuales, que poco a poco van ganando terreno en este sentido. Me reconozco un decidido defensor de la vida. Siento que el aborto es una aberración criminal. Sin embargo es un hecho social que lentamente va superando el entendimiento, ha estado plenamente instalado en la fase propositiva, promoviendo sus necesarios escándalos y discusiones. Muchos lo van adoptando de facto y hay sociedades que ya lo han reconocido como una cuestión que requiere legislación. Particularmente, yo mismo, he llegado a reconocerlo como un sentimiento personal sostenible, pero jamás defendible como un absoluto. Lo mismo sucedió antes con el divorcio, sucederá con la eutanasia y la eugenesia, quizás también con derechos que hoy nos parezcan tan absurdos como el del suicidio y quizás otros más sorprendentes. Una gran cantidad de estos procesos resultan calmosos, es decir, que no mueven pasiones tormentosas. Otros sí. En general aquellos que resultan en situaciones colectivas, suelen derivar en su proceso natural de aceptación y adopción en procesos violentos y revolucionarios, como son las formas de administrar el poder, de distribuir los bienes y otros. En la reflexión sobre el devenir de los acuerdos sociales, de las más diversas índoles, ya sea éticos, morales, económicos, o políticos, en un proceso tan largo como la vida completa, he llegado a encontrar la necesidad total de tolerancia, que reconozco cuesta asumir, como para aceptar todo como posible acuerdo de las sociedades, como acuerdo respetable. Quizás el esfuerzo de comprender que muchos piensen y practiquen costumbres diferentes, que pueden parecer inaceptables por liberales o conservadoras, por radicales o relativistas, me lleve a pensar, en lo posible y con esfuerzo, desde una equidistancia necesaria para el respeto. Al analizar, sin pasión, los procesos sociales me parece verlos construidos a base de tupidas redes de pequeñas fuerzas virtuales que empujan y tiran de frágiles acuerdos, logrando pequeños desplazamientos de ellos en uno u otro sentido. La componente final de todos esos pequeños esfuerzos y todos esos desplazamientos virtuales es el gran acuerdo social, nunca estático, siempre variable, pero muchas veces más rígido que lo que tantos quisieran. Ese vector definitivo de cada instante, apunta en el sentido del avance social y permite avistar su proyección. Una parte, quizás sustantiva, del esfuerzo que mueve y acelera o frena lentamente el progreso social en cualquier sentido, está dado no por un afán de alcance, sino por un esfuerzo de desprestigio o destrucción, ya sea moral o física, de la componente antagónica. A veces es la forma más efectiva, pero creo que siempre es la más perniciosa y me atrevería a decir desleal en relación a la sociedad toda. Este tipo de esfuerzos, además, genera el vicio de la respuesta idéntica antisimétrica: Si se utiliza la fuerza física para sojuzgar, se genera la contrareacción liberadora, produciendo espirales de violencia y destrucción social. Del mismo modo, si se utiliza la descalificación y marginación moral, la fuerza de reacción será de validación alternativa cuyo resultado son las luchas de grupos y clases de la que resultan componentes que tienden siempre a la diametralidad y al freno, hasta el avasallamiento de la fuerza antagónica en procesos siempre violentos. La resultante de estos procesos es menor a la suma de las partes. En este sentido, más que en ningún otro, estimo que siempre es más fructífero un proceso acordado, pacífico, de renuncia negociada, que otro avasallador cuyo resultado es la victoria sobre la fuerza oponente. Dos fuerzas diametrales producen una componente igual a la sustracción de una respecto a la otra, pudiendo llegar al freno total y a la acumulación de potencias en desacuerdo, mientras que otras que presentan componentes comunes, pueden anular diferencias y a la vez producir avances en el sentido de sus acuerdos, por menores que sean. Lanzando la mirada sobre la gran sociedad global, no es difícil encontrar puntos donde la intolerancia genera procesos diametrales. Casi siempre, estos nacen de un afán centrípeto y egoísta, que mira intereses centrales. Hoy en día es fácil destacar dos. Ambos raciales. Tal vez estos sean los más difíciles de acordar. Para que palestinos y judíos cesaran en su pugna, la geografía en disputa debería estar poblada sólo de judíos o de palestinos. Salvo que ambos lucharan por privilegiar los componentes que los acercan y pueden producir comunidad. En caso contrario, como los palestinos no pueden ser judíos, la única solución sería el avasallamiento que redundaría en la expulsión del grupo más débil, produciéndose así la resultante sustractiva del conflicto. Al otro lado de la bola global, comienza a crecer, como si fuera la maldición de la sociedad angloamericana, la intolerancia racial de los grupos minoritarios o socialmente más débiles. La génesis profunda es la misma que la del conflicto judiopalestino: La intolerancia de las componentes sociales propuestas por la presencia de las comunidades hispanas. La resultante es una fuerza diametral e intolerable: la ley SB-1070. Su sentido centrípeto deja sin alternativa al acuerdo social. La solución que abarque a toda la sociedad requeriría que los hispanos fueran anglos o que fueran anulados. La otra alternativa en ambos conflictos es la pugna violenta y perniciosa para toda la sociedad. Hay otro ejemplo, que tengo cercano, a partir del bicentenario que se acerca. Nuestra Iglesia ha propuesto, como quien saca castañas con la mano del gato, que se dicte una ley de indulto como parte de los festejos merecidos por los doscientos años de independencia. Propone, que si la sociedad toda cumple dos siglos de libertad, este indulto alcance a todos, sin exclusión, de modo que pueda indultarse, según ciertos parámetros de clemencia no sólo a quienes cometieron delitos comunes, sino también a quienes transgredieron los derechos humanos de las personas, cuando su avanzada edad, o estado de salud precario, y más, lo aconseje. Echa mano, nuestra respetada Iglesia, de su autoridad moral para este consejo al gobierno, con lo que carga las espaldas de este, con graciosa calma. El ministro del interior, acosado por la oposición y por quienes fueron afectados por el avasallamiento de sus derechos esenciales durante la dictadura, creyó y dijo que la Iglesia en ocasiones se metía en cuestiones que escapan de su ámbito. El cardenal fue duro en su respuesta, llegando a declarar que ningún gobierno amedrentaría la acción de la Iglesia, mostrando, por debajo de la sotana, sus denarios con la cara del César y la mano del gato. Es que como quien indulta no puede ser la Iglesia, ni el parlamento, sino el presidente de la república, aparece éste último vestido de improviso, por mano arzobispal, de elegante gato. En fin, el gobierno no puede decir que "No", la iglesia no puede indultar, los políticos se dividen entre los que quisieran favorecer a quienes en el pasado sacaron las castañas por su cuenta y los que se escandalizan con la idea de indultar a quienes cometieron delitos que transgredieron los derechos de las personas y los afectados por aquellos delitos se horrorizan con razón, lo mismo que hacemos muchos otros. La diferencia de este caso, está en que no hay tiempo para que el acuerdo social madure muy lentamente. Siendo así, todas las posturas tiran para lados diferentes y contribuyen sólo a eventuales rompimientos. Quizás también ayude a producir algún avance en algún sentido, muy lento, pero rumbo a un futuro más abierto y promisorio. Para estos conflictos, para muchos otros y en especial para la mayoría de los grandes conflictos sociales, el gran gestor es el mismo que comenzó a impulsar la gran primera revolución moderna que puede resumirse en la primera frase de esta reflexión: «L'État, c'est moi», que refleja la gran acumulación de poder, que sin importar el régimen, todos los sistemas de convivencia humanos van produciendo en su acuerdo social, muy lentamente. Kepa Uriberri![]() |
sábado, 28 de agosto de 2010
Concurso Microrrelato
Lectores de Care y el Blog de Crypta
CONVOCAN
I Concurso Crypta de Microrrelatos Diabólicos,
La recepción de trabajos finalizará a las 06:06 horas del
18 de septiembre de 2010.
Para concursar, lea las bases en la siguiente dirección:
http://eblus.blogspot.com/2010/07/lectores-de-care-y-el-blog-de-crypta.html
Editamos, publicamos y vendemos tu libro.
Visítanos: http://editorialatreyo.yolasite.com