jueves, 10 de diciembre de 2009

Heriberto Frías – Breve Biografía

Heriberto Frías – Breve Biografía


Nace en Querétaro en 1880 y muere en la ciudad de México en 1925. Personaje mexicano, realizador de ensayos, cuentos y novelas, militar y periodista. Iniciador de la novela de la Revolución Mexicana.

Entra al ejército a los 19 años en pleno apogeo del Porfiriato y participa en el aplastamiento de la Rebelión de Tomochi, la cual dejó honda huella y de mala vibra en Frías, ya que el levantamiento en armas de los indígenas rarámuris fue a causa de la expropiación de sus tierras y concesionadas a empresas extranjeras, así como la adopción de una santa no católica como patrona del pueblo.
Su sentir lo dejaría plasmado en la novela Tomóchic, publicada en entregas y sin su nombre en el efímero periódico El Demócrata (1893-1895). A pesar de la publicación anónima, el ejército descubrió su autoría llevándolo a un consejo de guerra y expulsado del ejército mexicano.
Se dedica, entonces, al periodismo y a la crítica social y es encarcelado de nuevo por reeditarse Tomóchic.
Frías se une a la lucha contra el régimen de Porfírio Díaz al sonido de Madero. Ocupa distintos puestos en los gobiernos revolucionarios y posrevolucionarios.
Al golpe de estado de Victoriano Huerta, Frías se instala en Hermosillo, Sonora, donde es editor del diario La Voz de Sonora. Al triunfo del gobierno convencionista es nombrado subsecretario de Relaciones Exteriores en 1915. Pero al triunfo de Carranza es condenado a muerte y se exilió de México hasta que Obregón obtuvo la presidencia nombrándolo cónsul de México en España.
Tiene en su haber varios ensayos, cuentos y novelas.

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miércoles, 9 de diciembre de 2009

Hombre o Insecto

El fallido intento de llegar a sus familiares lo precipita a encerrase progresivamente en sí mismo hasta entregarse y aceptar su condición de insecto.




Hombre o Insecto.

Por Gretel Ramírez.


El autor checo nos relata como un hombre se levanta una mañana y (sin que medie explicación alguna) aparece convertido en insecto. Se trata de una situación tan surrealista y delirante que es imposible no quedarse subyugado por ella. Sin embargo, reducir el valor de la metamorfosis a su originalidad, a su deliberada huida de parámetros realistas, a su rupturismo literario, sería desvirtuar un ingente trasfondo que va mucho más allá de la mera narración de una situación "extraña". La amalgama filosófica y reflexiva de esta novela es tan densa que resulta difícil hacer una síntesis fiable de todos sus significados. Por eso nada mejor que evitar conclusiones categóricas y entregarse a la subjetividad.

La metamorfosis es la gran metáfora de la soledad. Durante toda la novela, Gregorio Samsa tiene que afrontar su tragedia desde la más absoluta soledad. Aislado, recluido en el pequeño mundo que es su habitación, con la única compañía de sus pensamientos y cavilaciones, vive ajeno a cualquier contexto social. Grete Samsa, hermana de Gregorio, lo alimenta y se preocupa por él, pero no le ofrece el apoyo emocional o moral que Gregorio necesitaría. Por medio del personaje de la hermana, Kafka critica veladamente a todas aquellas personas que lavan sus conciencias procurando sustento y cubriendo las necesidades materiales y físicas de sus semejantes (la caridad de guardarropía) pero que, en el fondo, son incapaces de escuchar y sentir la verdadera conmiseración. La pregunta queda en el aire: ¿Grete ayuda a su hermano porque se siente en la obligación moral o le ayuda porque verdaderamente le importa?

La idiosincrasia del insecto Gregorio se desenvuelve bajo el manto de una opresiva soledad, que deriva en otro aspecto fundamental de la novela: La incomunicación. Y ésta, a su vez, planea angustiosamente durante todo la narración. Aunque obvio, resulta inevitable subrayar que Gregorio está solo porque no puede comunicarse El fallido intento de llegar a sus familiares lo precipita a encerrase progresivamente en sí mismo hasta entregarse y aceptar su condición de insecto. De Kafka se ha dicho hasta la saciedad que era una persona extremadamente introvertida y solitaria. ¿Puede ser esta novela sea un reflejo hiperbólico de su propia vida?

Soledad, incomunicación y pesimismo son las piedras angulares sobre las que se asienta La Metamorfosis. Tampoco elude Kafka contextualizar el carácter alienante del trabajo haciendo que la máxima preocupación de un hombre que, sin venir a cuento, se despierta convertido en un insecto, sea el saber que no va a poder trabajar.

Pero lo más destacable de todo es la curiosa forma en que Gregorio Samsa afronta el convertirse en insecto; angustiado, pero sin preguntarse en ningún momento el porqué de esa nueva existencia. El no hacerse esas preguntas se sustenta, tal vez, en los preceptos existencialistas que formulara Jean Paul Sartre: "la existencia precede a la esencia" y "el infierno es el otro". De esto se deduce que mientras existimos somos, cuando dejamos de existir dejamos de ser. Gregorio Samsa como insecto sólo existe y en ningún momento quiere plantearse quién es el verdadero otro, si el hombre o el insecto.



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Cinismo y Nihilismo: El Otro Sentido



Si los valores supremos desvalorizados es lo que caracteriza al nihilismo, entendemos entonces que vivimos en una sociedad nihilista. Para Nietzche, el nihilismo supone la perdida de todos los valores…





Cinismo y Nihilismo: EL otro sentido.

Por: Teódulo López Meléndez.


No se podría hablar en el siglo XXI de un rebrote del cinismo tal como nació en Grecia en los siglos IV y III a.C ni como se desarrolló en Roma Alejandría y Constantinopla desde el siglo I hasta el V. El hombre del siglo XXI no anda tomando como modelo a la naturaleza ni a los animales ni se arrastra como Diógenes mordiendo a quienes le molestan. Tampoco pretende sembrarse en una rigurosidad física y mental como desafío frente a una sociedad alienada.


No obstante, cuando uno mira al mundo de hoy las palabras cinismo y cínico acuden de inmediato. Ambas palabras tampoco responden a acepciones insertas en los diccionarios actuales. Las usamos como algo parecido a desprecio o a cansancio, a obstinación de un mundo donde se han agotado las cosas por averiguar y donde el acontecer se ha hecho repetición y rutina.


El punto para entenderlo se encuentra cuando se coloca como los dos polos a Diógenes y a Sloterdijk desde la visión de Crítica de la razón cínica del filósofo alemán, para muchos la obra cumbre del cinismo contemporáneo. Es seguramente Sloterdijk el que nos da el sentido perdido de cinismo y cínico. Y es, quizás, traducible como "enfermo de la época" y encuentra expresión en el rechazo a las utopías desprestigiadas y a una sociedad que he descrito como una de repetición insoportable, amén de un desencanto estético-político obvio. Este de hoy es titulado por Sloterdijk "falsa conciencia ilustrada", enlazando, a mi entender, al cinismo clásico con un nihilismo del siglo XXI, uno donde, al mismo tiempo, y paradójicamente, se condena la fatiga nihilista.


Si nihilismo es negación de la realidad sustancial (nihil: nada) –y obviando su variedad caracterizada, así como otros colaterales (léase escepticismo radical, negacionismo, etc.)- creo que encontramos el mismo problema, una palabra "nihilismo" que no responde a todas las concepciones filosóficas que se le han dado y que toma una acepción contemporánea que tampoco se encuentra en los diccionarios. Si la vida humana no tiene significado o valor superior conforme a la concepción de diccionario, el hombre contemporáneo está en otra parte, en una de entrega a valores que no tienen trascendencia ni esencia, de manera que no hay una negativa, sino una aceptación de un territorio donde la palabra "libertad" ha perdido todo sentido. En el campo filosófico Heidegger nos había dicho que nihilismo era el estado en que no queda nada del ser en sí y que el Ser pasaba a convertirse en un mero valor. De esta manera hay una vinculación con este siglo XXI, puesto que el hombre de hoy es un valor, uno que elimina falsamente la duda y la desorientación. Nietzsche nos recuerda la voluntad de poder erigida sobre la responsabilidad de la muerte de Dios.


Sin embargo, creo que la explicación sigue en Heidegger cuando habla del nihilismo como estado psicológico, por cuanto este sobreviene. Utilizamos, pues, la simple expresión, para denotar que el hombre del siglo XXI se siente realmente nada dentro de la maquinaria englobadora de la producción y del consumo, de los mecanismos que llevaron a este estado letal de abandono y resignación. «Huésped inquietante» llamó Nietzsche al nihilismo, uno que surgió de la razón y de la técnica, sólo que ambas no nos regalaron el mundo perfecto que se anunciaba.


Si los valores supremos desvalorizados es lo que caracteriza al nihilismo, entendemos entonces que vivimos en una sociedad nihilista. Para Nietzche, el nihilismo supone la perdida de todos los valores y esa, sin duda, es una buena definición de la sociedad actual. ¿Hemos sido capaces de organizar una sociedad nihilista cuyos valores hemos asumido como superiores cuando no lo son? ¿Cómo definir a este hombre? ¿Es este un hombre a la deriva que ha abandonado el pensamiento, al mismo tiempo que se ha sumado al esquema de la resignación dejando de lado todo pensamiento sobre sí mismo?


Al leer a Sloterdijk encontramos un desmontaje total, una disolución en nihil, la reducción de la totalidad a agua que se escapa entre los dedos de la mano. ¿Es el filósofo alemán el gran nihilista de nuestro tiempo o es acaso la encarnación más perfecta de la filosofía cínica? ¿O es el filósofo que encartó perfectamente ambas palabras perdidas en su Crítica de la Razón Cínica y que tuvo suprema expresión literaria en Esferas? Sloterdijk es un gran escritor, quién puede dudarlo, uno que ha contado con excelentes traductores. La acotación es válida porque la lectura nos dice que todo es cultura y si todo es cultura todo es creación del hombre. Resurge, a mi entender, un Sloterdijk humanista sembrándonos en otra paradoja: un humanista cínico.


Quizás este sea un tiempo de paradojas, el tiempo de un hombre sin trascendencia al que se desprecia por tal motivo, pero sobre el cual se guarda una última ilusión, la de su retorno, aunque tal vez lo que tendremos tenga pocas similitudes con el que conocimos y se nos aparezca delante el producto de la genética transformado en un ensamble. Mientras tanto, al reconocer la inanidad del hombre, se hace filosofía haciendo literatura. El lenguaje está evolucionando hacia la nada, en sentido heideggeriano, pero aún los oficiantes estamos buscando las nuevas acepciones.





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miércoles, 2 de diciembre de 2009

Premio Cervantes para José Emilio Pacheco

"Quiero dejar claro que este premio es para toda la literatura mexicana, que no sale mucho de nuestras fronteras".




PREMIO CERVANTES PARA JOSE EMILIO PACHECO.

Poeta, prosista, ensayista y traductor mexicano.


El escritor José Emilio Pacheco se convirtió el 30 de noviembre del 2009, en el cuarto mexicano en ganar el Premio Cervantes, después de que Octavio Paz, Carlos Fuentes y Sergio Pitol fueran reconocidos con el máximo galardón de las letras hispanas en los años 1980, 1987 y 2005, respectivamente.

"Quiero dejar claro que este premio es para toda la literatura mexicana, que no sale mucho de nuestras fronteras". Así se expresó hoy José Emilio Pacheco tras conocer que había sido galardonado con el Premio Cervantes, máximo galardón de las letras hispanas.

Resaltó la generosidad del jurado por fijarse en su obra cuando "hay tantos buenos escritores". "No me puedo quejar", subrayó.

Aseguró que tiene muchas novelas escritas, incluso una sobre la Independencia de México, pero no se atreve a publicar porque le parece oportunista, en el caso de su novela histórica; o que le falta oficio literario, como en el caso de una novela muy grande.

Al escritor Emilio Pacheco le desagrada hablar de política porque "no quiero encender odios". Se encuentra aterrado por la situación actual de México, porque "es extraordinariamente parecida a lo que ocurría en España, en julio de 1936. Eso verdaderamente si me asusta. No sé en qué forma se puede desmovilizar todo la violencia y el odio".

De los 35 autores premiados en las 34 ediciones del Premio Cervantes falladas desde 1976, diecisiete son americanos y dieciocho españoles.

Sólo dos mujeres han recibido el galardón hasta la fecha, la española María Zambrano, en 1988, y la cubana Dulce María Loynaz, cuatro años después.

"Es una gran noticia, la celebro enormemente. Pacheco es el más grande poeta vivo que tenemos en México, uno de los grandes poetas de la lengua castellana en todos los tiempos, una obra impresionante", así se expresó, respecto al galardonado, el escritor mexicano Carlos Fuentes, quien andará en estos días en la XXIII Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL)



Aquí algunos datos sobre el autor de Las Batallas en el desierto, publicado en el Universal:

1. Aunque ganó el Premio Cervantes, dice que no es especialista en la obra de ese autor, pero ha leído tres veces el Quijote.

2. Pacheco es gran admirador de la obra de Jorge Luis Borges y en 1999 ofreció unas conferencias sobre el autor argentino. Además es experto en literatura mexicana del siglo XIX.

3. Es el segundo autor en obtener en el mismo año el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y el Premio Cervantes. En 2006 Antonio Gamoneda había conseguido ambas preseas.

4. Su obra Las Batallas en el Desierto, además de inspirar la película Mariana, Mariana en la que actuaron Elizabeth Aguilar y Luis Mario Quiroz, también dio pie a la canción Las Batallas de Café Tacvba.

5. Al escritor, quien estudio Derecho y Filosofía en la UNAM, no le agradan las entrevistas, pues asegura que siempre dice lo mismo. Además nunca se ha sentido capaz de definir conceptos como la poesía, el sol o el amor.

6. José Emilio, esposo de la periodista Cristina Pacheco, confesó que se volvió más conocido luego de que hace unos años el cantante español Julio Iglesias lo mencionara en una entrevista. También el intérprete Víctor Manuel ha recomendado la lectura de su obra.

7. La Orquesta Sinfónica de Nuevo León, presentó en 1995 El reposo del fuego, compuesta por Gustavo A. Farias García, basada en el libro del mismo título de Pacheco.

8. En 2002 fue considerado por la revista Letras Libres, que hizo una encuesta entre sus lectores, como "el mejor poeta vivo de México".

9. Pacheco dice que la poesía es un "arte privado" que no puede, ni debe, competir con actividades deportivas como el futbol o el mundo de la farándula.

10. Según el autor, la televisión es enemiga de la lengua española "porque ha roto con la gramática del castellano y se olvidó de respetar la concordancia".



José Emilio Pacheco nació en la Ciudad de México el 30 de junio de 1939. Su obra fue reconocida muy pronto: desde la década de los cincuenta ya figuraba en antologías al lado de los grandes poetas de Latinoamérica. Estudió en La Universidad Nacional Autónoma de México. Además de haber publicado poesía y prosa y de ejercer una magistral labor como traductor, ha trabajado como director y editor de colecciones bibliográficas y diversas publicaciones y suplementos culturales. Dirigió, al lado de Carlos Monsiváis, el suplemento de la revista Estaciones; fue secretario de redacción de la Revista de la Universidad de México. Dirigió la colección Biblioteca del Estudiante Universitario. Ha sido docente en diversas universidades del mundo e investigador del INAH.

Enviado a la redacción por Nazario Alatriste.



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Valioso tiempo de los maduros

"Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades como la envidia, los rencores o los celos."


 (Mario Raúl de Morais Andrade; São Paulo, 1893 - 1945) 
Poeta, investigador, ensayista, novelista, músico y 
crítico brasileño, destacada figura del modernismo en su país 
por su actividad innovadora y experimental.
 
 
VALIOSO TIEMPO DE LOS MADUROS


"...Conté  mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora...
 
Me siento como aquel chico que ganó un paquete de golosinas: las primeras las comió con agrado, pero cuando percibió que quedaban pocas, comenzó a saborearlas profundamente.

 
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.
 
Ya no tengo tiempo para soportar absurdas personas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.

Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades como la envidia, los rencores o los celos.

 
No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.

 
No tolero a maniobreros y ventajeros.

 
Me molestan los envidiosos que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.


Detesto, si soy testigo, de los defectos que genera la lucha por un majestuoso cargo.

Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos. Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.

 
Quiero la esencia, mi alma tiene prisa.....


Sin muchas golosinas en el paquete...


Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.


Que sepa reír, de sus errores.


Que no se envanezca, con sus triunfos.


Que no se considere electa, antes de hora.


Que no huya de sus responsabilidades.


Que defienda la dignidad humana.


Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez. Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.


Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas.


Gente a quien los golpes duros de la vida, les enseñó a crecer con toques suaves en el alma.

Sí... Tengo prisa por vivir con la intensidad, que solo la madurez puede dar.

Pretendo no desperdiciar parte alguna de las golosinas que me quedan.

Estoy seguro que serán más exquisitas, que las que hasta ahora he comido. 

Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.

Espero que la tuya sea la misma, porque de cualquier manera llegarás....."

 Texto enviado a la redacción por Zulma Bautista.



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martes, 1 de diciembre de 2009