"Este sentimiento de fracaso inminente y persistente es tan fuerte que va opacando, continuamente, cualquier efímero éxito, que siempre termina por ser casual, inmerecido y escaso, hasta que llega el momento en que el escritor, o tal vez el artista cualquiera, es incapaz de resistir el peso de la frustración y la pérdida y abandona definitivamente el intento."FracasoKepa Uriberri, (Escritor Invitado) desde Chile nos obsequia esta reflexión en torno al escritor.![]() Con sorpresa, muy de vez en cuando, de modo tan casual como puede llegar a verse morir a un pájaro, sin razón ninguna, en pleno vuelo, y caer a su perdición, se encuentra a alguien, posiblemente más audaz que uno mismo, que expresa de manera pública y abierta algún pensamiento que uno atesoraba, temeroso de caer con él en el ridículo, y entonces recién se descubre que ese sentimiento íntimo no sólo se comparte con aquel que lo ha reconocido con valentía, sino con muchos otros que también lo reprimían. Se descubre, ahora, en esa idea, un pensamiento universal siempre callado. Así me sucedió hace pocos días, escuchando al poeta Raúl Zurita, tan parecido a mis hermanos G. y J., pero sin embargo de pensamiento y estilo tan diferentes a los míos. Tan diferentes que fue mayor mi sorpresa cuando dijo algo tan cierto en mi intimidad y tan absurdo en la realidad, tan privado, que jamás lo habría expresado casi como un axioma, así como él lo hizo y que nunca habría sospechado, justo de este poeta, que pensara y sintiera como yo mismo. Fue algo parecido a esto, cuya precisión soy incapaz de recordar, y tampoco tiene mucho sentido hacerlo, de manera que lo cito como una paráfrasis: "Cuando el poema que terminas de escribir hoy, a las cuatro de la tarde, así con tal precisión y singularidad, resulta, a tu propio juicio tan malo, es tan malo que contamina de inmediato toda tu obra pasada y la hace pésima. Más aún: es, ya, tan poderosamente malo que daña toda tu posible obra futura y te deja inmóvil. Nunca más podrás volver a escribir un poema, ni una estrofa, o un simple verso. Quizás nunca vuelvas a decir una palabra poética". No recuerdo si lo dijo en esa ocasión, o si sólo lo proyecté yo mismo en mi propio interior, o si no lo dijo explícitamente pero quedó claro de su discurso consecuente: La actividad del escritor, o quizás si la de todo artista, está sin duda alguna, sin excepción y dramáticamente, marcada por el fracaso. Tarde o temprano el escritor fracasa y en ese fracaso queda comprometida toda su obra, de manera irrecuperable. No sólo aquella que ya ha sido dada a luz, sino también aquella que está aún en la tiniebla del incierto futuro. ![]() No sabría asegurarlo, pero es posible, aunque más difícil de expresar que lo anterior, a lo mejor por parecer pecado de soberbia, o cuando menos escasez de humildad; es posible que en todo escritor, y desde luego en cualquier artista, pueda darse el caso inverso, y antisimétrico. Quizás sea necesario, para navegar en el fracaso persistente, como el océano cuyas tempestades se debe evitar, que el escritor ame en demasía su obra, su hacer, su estilo, como una manera de alejar la frustración. Con la misma honestidad que se reconoce que se vive rodeado del fracaso y que este es casi la única suerte segura, aun cuando parezca pesimista e irreal, habrá que reconocer que cuando se encuentra, revisando, o corrigiendo, o sólo buscando, ese párrafo singular, escrito cualquier día a las cuatro de la tarde, que se acerca, casi, a una mínima epifanía literaria, se siente un absurdo gozo, que se parece tanto al triunfo, que permite tolerar, muchas veces el rechazo, la soledad y la aparente ignorancia que acosa permanente al escritor y al artista. ![]() ![]() Visita mi sitio Y este otro. |
lunes, 22 de febrero de 2010
Fracaso (Del Escritor)
Etiquetas:
arte de escribir,
Fracaso del escritor,
Frank Kafka,
libro
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Haga aquí su comentario.