sábado, 14 de noviembre de 2009

La lectura como medio de conquista



No es que yo sea un consumidor de libros pero por lo menos manifiesto mi ignorancia sobre aquellos autores que ni siquiera conocía y que, como asiduo lector, se supone debí haber leído; me refiero a los clásicos, a los que ningún lector digno de llamarse tal debe dejar pasar.


 

La Lectura como medio de conquista.

 Por Anselmo Bautista López.



Llevo mucho libros leídos… pero leídos por otros porque lo que es yo, los llevo derechito a la hoguera del boiler.

¿Cuántos de los que ahora mismo me leen han mentido haber leído libros que en su vida han tocado ni el título con la mirada?

Yo mismo me he topado con personajes de esta magnitud: tan profundamente hábiles para mentir. Y es que al parecer, dar la impresión de que se es un buen lector es enviar el mensaje de alta cultura. Aunque yo más bien diría que es de baja "costura" porque ni a remiendo llega.

No es que yo sea un consumidor de libros pero por lo menos manifiesto mi ignorancia sobre aquellos autores que ni siquiera conocía y que, como asiduo lector, se supone debí haber leído; me refiero a los clásicos, a los que ningún lector digno de llamarse tal debe dejar pasar. Confieso ser un mal lector porque de alguna manera he preferido a los autores desconocidos, que a lo mejor sólo en su casa saben que escribió un libro.

Creo entender el motivo por lo que estos charlatanes alardean haber leídos libros que en su vida han ojeado: para impresionar a otro/a de su mismo sexo o bien para lucir inteligente y culto, sexualmente atractivo/a frente al sexo opuesto.

No encuentro ningún problema que mientan de haberse atragantado las hojas de éste o aquel libro. Lo preocupante es cuando sueltan oscuras citas, lo cual considero de alto riesgo para el oyente que va memorizando como verdadero todo el embuste.

Yo mismo, de estudiante, hice uso de esa práctica sobre todo para la conquista. Hasta los mismos profesores quedaban apantallados. Hasta el día en que una "sabrosita" me puso en mi lugar.

Me habló de obras de George Orwell, León Tolstoi, Shakespeare, James Joyce, Stephen Hawking, Proust, Octavio Paz, Carlos Fuentes y un tal, Mandinga.

-¿No has leído a Mandinga?

-¡Oh, sí, por supuesto! Es el autor de "El Vendedor más grande del mundo". ¿Quién no ha leído ese libro?

-¡No! Mandinga.

-¡Ah! Perdón. Creí haber escuchado Mandino. Pero claro que también lo he leído.

-¿Qué obra te ha gustado más de él?

Me le quedé mirando, más que mirando, pensando en qué diablos iba a contestar.

-Por el momento no recuerdo el título, pero sí una hermosa frase: "Nadie merece tus lágrimas y quien las merezca jamás te hará llorar."

-Tu inteligencia me ha dejado impresionada pero te voy a pedir que jamás te vuelvas a acercar a mí.

-¿Pero por qué? ¿Causa, razón, motivo, excusa?

-Porque eres un charlatán. En primera Mandinga no existe como escritor sino como un grupo étnico del África Occidental y por lo tanto, la frase que citas no corresponde a Mandinga sino a Gabriel García Márquez, el cual, por cierto no conoces; y, en segunda, veo que conoces a Og Mandino, el cual no es de mi agrado.

Para estos embusteros, realmente no sé qué sea mejor, si admitir de plano y con toda la sinceridad no haber leído nunca el libro en cuestión, o bien, echar a perder la velada citando a Og Mandino o Cohelo.




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