miércoles, 28 de abril de 2010

Libros sin combustible.

¡No dejes que tu libro muera dentro de ti!

Déjame ser honesto. Los libros no mueren por que sí… uno los mata. Sucede de muchas formas cuando no se les inyecta combustible. Es decir, a falta de conocimientos y una planeación correcta, tu libro muere. Con la planificación correcta y conocimientos suficientes, puedes escribir fácilmente tu mensaje y hacer que este perdure.

Lee más abajo y llena tu libro de combustible e inflama tu sueño de escribirlo esta vez. Aléjate un poco, sí, retírate un poco más… ahí puede está bien. Ahora, sueña, sueña un sueño grande. Un sueño después de tu libro. Claro, estás recibiendo ingresos constantes que crecen cada mes, haces exposiciones a grandes auditorios presentando tu libro que ha rebasado toda expectativa, tienes una gran demanda de ventas.

Sueña que te has convertido en un experto en tu campo y tus colegas que han leído tu libro reconocen tus méritos. Suben tus ganancias. Tus lectores de buena gana pagan el libro como uno de sus títulos preferidos.

¿Estás listo, entonces, para reanimar tu sueño?

Bien, pues aquí hay algunos errores que habrás de corregir antes y hacer que todos tus sueños del libro se realicen.

1. Fracaso de no planear correctamente un proyecto.
Si tu interés se centra a parte de escribir un libro en obtener ganancias, entonces debes pensar en tu libro como un producto que sacarás al mercado y como tal tiene que ser vendible. Así que el éxito en que este se venda se halla en el proyecto de mercadeo de tu libro, el cual debería incluir la descripción de tu libro y lo que harás después de que lo hayas terminado y publicado. También debe incluir al tipo de auditorio al que diriges tu obra. En resumen, el proyecto del libro es el plan de mercadeo orientado a obtener ganancias.

2. Fracaso al planear mal cómo tu libro será publicado.
Si eliges la autopublicación (de la que en otra ocasión hablaré) o una editorial tradicional te encontrarás con pros y contras. Cada una de ellas tiene sus ventajas y desventajas, las cuales debes evaluar de acuerdo a tus intereses. Si eres de los que persiguen una editorial tradicional para tu manuscrito, debes saber que tu libro debe ofrecer la capacidad de generar ventas directas. Generar ventas es el único objetivo y es éste objetivo de generar ganancias al ser publicado que debe convencer al editor tradicional. La oferta debe concentrarse en el tamaño y en el poder adquisitivo del mercado al que apunta, el problema que tu libro soluciona o cómo tu libro propone solucionar el problema, qué diferente es tu libro de otros ya publicados sobre la misma materia y cómo planeas tú mismo promover tu libro.

3. Fracaso de no incluir a un redactor en tu plan.
No tienes que escribir un libro de 350 páginas como tu colega para estar en lo correcto. Ni siquiera uno de 150 páginas. Hazlo corto. Qué tal uno de 100 páginas en el que incluyas sólo y exclusivamente toda tu información más profunda, tu sabiduría y tus experiencias. Logra acotar tus ejemplos en historias cortas en un libro corto. No tienes ninguna presión para añadir cada información que sepas sobre el tema. En cambio, si cuentas con demasiada información sobre el mismo tema, divide el material en dos libros objetivos. Tus clientes te amarán por ello. Ellos comprarán, seguramente, ambos libros porque son fáciles de leer, son sustanciales y, además, cortos.

4. Fracaso de no añadir el profesionalismo a tu plan.
Planea la forma de hacer tu manuscrito y no te reserves lo mejor del contenido para otra ocasión. El lector quiere leer al profesional así que lo que escribas debe estar escrito profesionalmente. No acudas sólo a tus amigos o familia con la intención de encontrarte errores de edición. ¡Contrata a un redactor! El redactor no sólo te ayudará con la gramática y la ortografía, también te ayudará mantener uniforme el estilo y el tiempo verbal. Cortará todas las oraciones que encuentre en voz pasiva que le quitan fuerza a tu libro y las convertirá a voz activa para darle potencia.

5. Fracaso al no añadir a tu auditorio en tu plan.
No todos estarán interesados en leer tu libro. Existe una comunidad de personas en tu campo que esperan solucionar un problema. ¿Qué problema les soluciona tu libro? Desarrolla un perfil de tu auditorio y consérvalo delante de ti mientras escribes, así estarás enfocado en el conjunto de personas para las cuales tú escribes pensando en solucionarles un problema. Es prescindible que conozcas previamente tu mercado antes de que comiences a escribir. Esto te ayudará a enfocar capítulos irresistibles. Escribir a una persona específica o a un grupo de personas con las mismas inquietudes o problemática, los mantendrá leyendo hasta el final del libro. Si escribes demasiado general, tus lectores pueden abandonar tu libro y nunca terminarlo de leer o, bien, terminarlo de leer con desgana y mascullar malas opiniones.

No lo aplaces más. Pon tu sueño en el anaquel, ahí donde todos los días lo mires. Si sigues esperando, terminarás por matar tu libro. El combustible se agota y el sueño de tu libro no se hará realidad. Tienes los conocimientos y la solución a un problema, es momento de ponerse a trabajar en un plan. Anota todo esto. Tu auditorio te espera.

Atiende los errores de arriba y escribe un buen libro que se venda bien. Hazlo diferente. Hazlo hablar. Hazlo tuyo.


Editor.

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